En Capilla del Monte, un lugar donde la problemática de violencia de género excede la media en la región, conversamos con Karina Lucero, una de las referentes del Centro de Protección Familiar (CEPROFA)sobre un nuevo caso de violencia de género.
Karina sostuvo que tuvieron una llamada de una vecina que tenía una amiga que estaba pasando por una grave situación de violencia doméstica y que no sabía cómo irse de la casa. Tenía mucho miedo de hacer la denuncia porque como la persona es muy violenta no sabía como iba a reaccionar. La referente del CEPROFA señaló que "esta mujer realizó la denuncia correspondiente pero la policía no quería participar porque aún no se le habían dado las medidas cautelares desde Cosquín". Sin embargo, sostuvo que la policía podría haber intervenido igual. Sin tener avances, "el viernes a la mañana me fui a la mesa de violencia para que nos den las medidas cautelares. El sábado nos enteramos que el marido la estaba buscando para matarla. Esta mujer, al no tener respuesta y al haber sido aislada por esta persona no tenía a quien acudir. Finalmente decidió irse a Córdoba, por suerte conseguimos un espacio, pero no se trata sólo de eso. En lo urgente hay que plantear que cada mujer y que cada hombre ante una situación de urgencia, sepan a donde ir. Además, sostuvo que una de las cuestiones graves es que la fiscalía no tiene competencia en violencia familiar.
En el Valle de Punilla han ido creciendo las denuncias y las instituciones están desbordadas. Tenemos como sociedad la responsabilidad de prevenir. El Estado tiene que ver cómo una vez realizado un protocolo de atención, va a dar respuesta desde la partida presupuestaria.
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